TONI ERDMANN. Inteligente Maren Ade.

La directora alemana Maren Ade ha conseguido bordar Toni Erdmann y brillar como la mejor peli del año en cineparatodas. Cuenta muchos temas y nos lleva del drama a la comedia sin pasarse de rosca con una profundidad de capas que da para sacar mucho provecho a toda ella.

Nos habla de un padre que quiere acercarse a su hija, una ejecutiva que trabaja para una multinacional en Rumanía donde el capitalismo salvaje campa a sus anchas. La crítica a la deshumanización que promueve el capital y la defensa de otros valores por parte del padre lleva a la crítica política y social profunda. Las relaciones entre países ricos y pobres, la jerarquía entre ejecutivos, entre ellos y los empleados, resto de trabajadores dibuja un panorama terrorífico del mundo en el que vivimos. El tema de la relación padre hija se entreteje con la crítica a los valores sociales y salen chispas brillantes por todos los lados en clave de comedia.

El protagonismo de la hija, nos regala un personaje femenino muy potente. Una ejecutiva que tiene que ponerse la máscara cada día para poder lidiar en un espacio de poder marcadamente machista, donde le «obligan» a valerse de su atractivo sexual para sacar partido en los negocios, donde su vida laboral no respeta su privacidad y donde el éxito está condicionado por un hombre que tiene el poder y controla sus aspiraciones profesionales. En ese contexto opta por jugar con esas reglas del juego. Asume que su dignidad ha quedado en algún lugar lejano, le cuesta sobrellevar las situaciones de humillación pero las considera propias de su tiempo. Es consciente de lo que le pasa. Una frase a su jefe lo revela: no soy feminista, si lo fuera no aguantaría a un hombre como tú. Tal vez sea el punto álgido de la peli donde aparece claramente su derrota y donde asume su subordinación a un sistema capitalista y patriarcal.

El padre tendrá que ver a su hija en ese mundo que extraña tanto y donde su ternura pone en evidencia todas las contradicciones del mundo donde la hija sobrevive.  Momentos sublimes como la canción, la fiesta de cumpleaños son únicos y solo por ellos merece la pena verla.

La comedia desbordará todas las situaciones, incluso llega hasta al final sorprendiendo sin evitar que nos creamos hasta el último minuto. Está asegurada la risa y la carcajada dentro de este drama que puede poner los pelos de punta porque lo tenemos muy cerca pero que Maren Ade con suma inteligencia nos lo sirve con un formato muy contemporáneo.

Hay muchos temas más hilados sutilmente con lo cual da para disfrutarla con mucha profundidad y para comentarla porque da lugar a muchas interpretaciones. Cine del bueno.