La directora Laura García Andreu y el director Arunas Matelis se han acercado a Domingo, un agricultor valenciano. A través de documentar su sueño de patentar una clase de mandarina descubierta por él, nos adentran en los cambios en la agricultura y en las industria agroalimentaria en las últimas décadas.
En la actualidad las multinacionales del sector, patentan sus variedades y condicionan el mercado de tal modo que quienes se dedican a la agricultura tienen que comprarlas para poder ser competitivos en la industria. Un monopolio que puede tener alguna rendija si se descubriera una variedad que tuviera éxito comercial.
Veremos si el genio agricultor puede con todos los recursos que despliega esa industria y si puede «infiltrase» en los mercados globales. Una idea un tanto quijotesca, muy entrañable con un personaje al que se coge cariño pronto por su humanidad. Nos muestran una realidad cercana en un mundo global que deja pocos espacios para poder ganarse la vida en sectores en que nuestros padres y abuelos lo hicieron y muestra, con humor y ternura una realidad con pocos alicientes.
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