La directora chilena Maite Alberdi realiza un documental donde enfoca a una pareja. Ella, Paulina Urrutia nacida en 1969 fue ministra de Cultura con Bachellet y es actriz. Él, Augusto Góngora, nacido en 1952 fue periodista. Retratra el día a día de ambos, él ya con Althéimer. Transmite el amor que se profesan además de ver los cuidados que Urrutia le ofrece con todo el cariño del mundo.
Maite Alberdi consigue hacer un retrato de la pareja con mucha dignidad y verdad y puede ser un legado para siguientes personas que tengan que vérselas con esta enfermedad que causa el olvido de lo que son y de lo que fueron, un borrado en vida. Sin embargo, la complicidad entre ambos, basada en el cariño y el amor, se reconoce a lo largo del tiempo en que la enfermedad va haciendo estragos. Pareciera que esas emociones permanecen indelebles en el cerebro y son la últimas en borrarse.
También reflexiona sobre la importancia de la memoria histórica y el valor de la ciudadanía política algo que no se puede hacer desaparecer.
Esta es la tercera película de Maite Alberdi. En La Once, se manifiesta con una gran sensibilidad al captar las dinámicas sociales de un grupo de personas mayores y en El agente topo, también se centra en una historia con personas mayores con un sentido del humor muy especial. Realiza un cine muy actual e interesante. Veremos si quiere investigar en otros géneros y propuestas porque con el ojo cinematográfico que ha demostrado pueden llegar sorpresas muy interesantes.
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