Yuri es un chico adolescente que vive en un edificio decadente de los suburbios de París. Lo inauguró el astronautoa Gagarin y fue un símbolo de bienestar para la clase obrera parisina pero con las sucesivas crisis económicas, el trabajo ha escaseado y la delincuencia ha hecho acto de presencia.
La película, con un universo de fantasía que conecta muy bien con la astronomía, no se olvida de la conexión del sistema solar y de las personas en red, en barrio. A pesar de tener que abandonar el espacio que habitan seguirán conectadas por los valores sociales y culturales que crearon durante la convivencia. En este sentido, mira esperanzada al valor de lo común pero también al respeto por quien es diferente así como a la actitud de persistir en los sueños para que se materialicen.
Puede ser una película muy interesante para visionar en institutos de secundaria para trabajar contenidos relacionados con los valores y con aceptación de las diferencias.
Gagarine consigue posicionarse dentro del selecto grupo de películas con aspiraciones sociales que proyectan que un mundo mejor es posible y lo hacen con medios cinematográficos novedosos para contar historias de fuerte base social.