Catherine Corsini, directora de una de las mejores películas de 2016 para Cineparatodas, La belle saison, traducida en español como Un amor de verano, logra llegar con toda la carga social de denuncia de la actualidad.Si en Un amor de verano eran las luchas estudiantiles y feministas de los 70, ahora se fija en la lucha de los chalecos amarillos por una dignidad en el trabajo. Se percibe cómo quiere narrar las reivindicaciones de los y las trabajadores/as por la pauperización y empobrecimiento que viven, así como la desregulación del mercado laboral y la decadencia del estado del bienestar con las voces de otra parte de la ciudadanía que considera que hay «infiltraciones» de la ultraderecha en sus filas. Todo ello, en una Francia multicultural donde los servicios públicos sufren la misma embestida precarizadora.
Valeria Bruni Tedeschi como protagonista indiscutible que pasa de la comedia al drama y consigue muchos registros en un papel que no se suele ver en el cine: las parejas de lesbianas en la cincuentena que aprovecharon las libertadas conquistadas en los 70 para haber podido llevar una vida libre para ellas y sus hijos/as. Valeria Bruni, una vez más es capaz de dar vida a una mujer en una situación delicada porque está en las urgencias de un hospital público y a la vez porque está atravesando horas bajas en su relación de pareja con Julie (Marina Foïs) que también está soberbia.
El tema social se capta en profundidad en la figura de un camionero (Pio Marmai), símbolo de esa precarización laboral que vive Francia en concreto y Europa en general. También en la figura de la enfermera Aissatou Dialo-Sagna que como muchas otras, sostiene la sanidad pública. La mirada de Corsine es una sanidad con mucha presión asistencial en urgencias lo que denota también una presión en la asistencia primaria. Una tendencia que no es ajena a otros escenarios del sur de Europa. Relata un momento concreto muy tenso pero subyacen problemas estructurales bien conocidos. Lo destacable de Corsini es que ha querido contarlo desde la honestidad y eso ha cuajado.
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