La actriz Isel Rodríguez se pone en el papel de Noelia, una artista que recibe el diagnóstico de un cáncer terminal y renuncia a tratamiento. Se va a a su isla, Vieques cuyos fondos marinos fueron contaminados por las prácticas militares de la Marina estadounidense creando una crisis medioambiental de dimensiones insalvables. Aquí se aprecia una comparación con su cuerpo, de una forma simbólica denuncia los casos de cáncer que han aumentado significativamente tras el desastre medioambiental.
A la vez, Noelia, se pone del lado de los isleños olvidados a su suerte por los EEUU y que confían con su activismo en «limpiar» la isla frente a los riesgos para la salud que provoca su lucha. Noelia forma parte de ese esfuerzo colectivo generado a base de compromisos individuales y ahí se ve la fortaleza simbólica de muchas personas por un ideal común.
La pecera es la primera película puertorriqueña, a la directora Glorimar Marrero le costó 10 años levantarla y el resultado es muy hermoso a la vez de cargado de dignidad personal y político-social.
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