Este documental resulta del esfuerzo continuado de 7 años en el que directora y director hacen seguimiento de las víctimas de la dictadura franquista en sus pasos por el reconocimiento de la violencia ejercida contra ellas y contra sus familias. Almudena Carracedo retornó a España después de una carrera profesional consolidada en el audiovisual en EEUU acompañada de su pareja Rober Bahar con la finalidad de llevar al cine y así dar voz a esta causa, con el convencimiento de que el tema de la Memoria histórica debía ser visibilizado desde la humanidad, desde el conocimiento de las personas de carne y hueso que en primera persona contaran el sufrimiento vivido a manos de la máquina represora del franquismo. El hecho de haber seguido tan de cerca a un buen grupo de personas durante 7 años en un periodo decisivo en que la que sus demandas han saltado a la opinión pública nos habla de un esfuerzo de producción y de tesón que hace de este trabajo un documento muy valioso para el presente y para el futuro. No dejará a nadie indiferente.
Muy interesante también cómo sigue los derroteros de la Querella argentina y las posibilidades de la Justicia universal. Veremos a la jueza argentina María Servini llevando el caso y pronunciándose sobre las posibilidades que se abren además de tomando declaración a víctimas emblemáticas de la causa como Ascensión Mendieta (88 años) o a familiares de bebés robados como el caso de Soledad Luque, responsable de la asociación Todos los niños robados son también mis niños, que busca a su hermano mellizo, nacido en 1965.
También podremos valorar el papel de acusados como Billy el Niño, José Utrera, Martín Villa en aquellos años oscuros y la Ley de Amnistía del 77.
Destacar para la dirección, el acierto por haber hecho hincapié en la humanidad del relato sin dejar de lado el rigor documental e histórico. Muy buen trabajo.